viernes, 5 de octubre de 2007

JÓVENES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Carta abierta.

Señores directores:

En estos días comienza un nuevo curso escolar. Éste parece un buen momento para recordar la importancia que tienen los medios de comunicación en la educación de nuestros jóvenes.

No es mi intención hacer demagogia con un tema tan delicado; pero créanme que ustedes, como portavoces en unos casos y como protagonistas en otros, tienen una influencia enorme en la forma de pensar y de comportarse de ellos.

Sin discutir el sueldo de nadie, sí que me parece indudable que quienes ganan mucho dinero, mucho dinero (no sólo cantidades astronómicas), por el público que les sigue, por su repercusión social: por sus admiradores en el caso de los deportistas o personajes del espectáculo en general; por sus lectores, oyentes o espectadores, en el caso de ustedes; me parece indudable, decía, que todos ustedes tienen un deber moral de ejemplaridad con ese público, al menos en el caso de los jóvenes.

Ya sé que es sólo mi opinión; pero es que me parece una suerte más que una obligación disponer de esa capacidad de influencia que ustedes tienen. Y no se trata sólo de describir algunos comportamientos detestables, sino de dejar al descubierto a quienes hacen eso, que se vean retratados muchos de los oyentes que tienen anónimamente esos mismos comportamientos detestables o podrían haberlos tenido.

Además, podríamos aprovechar por otro lado, seguramente, los valores positivos que pueden representar algunos de esos deportistas para ensalzarlos por ellos, ya que entiendo que desenmascarar a los otros es difícil para ustedes que necesitan de ellos.

Y me despido, me despido con la esperanza de que en sus medios se vean afianzados estos aspectos que ya veo que aparecen de vez en cuando a pesar de lo condicionado que están ustedes por tantos intereses, y con la esperanza de que ustedes, que serán mucho tiempo un espejo o portador de muchos espejos en los que se miren nuestros muchachos, piensen en lo que eso supone.

Reciban un cordial saludo, amigo.

Jesús

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